tus labios
y tus ganas de devorarme,
en cada rincón de la vida.
Te he soñado y lo he visto, he visto lo fuerte que soy ahora y que sería capaz de mandarte al diablo por cada una de mis lágrimas. No he contestado a tu pregunta, y soy incapaz de volver al ensueño, al idilio, pero te lo diré querido: tú lo tienes todo, todo lo que deseo, eres todo lo que quiero en la vida y que jamás podría dejar de soñar. Así que no, nuestra oportunidad se pasó y es tarde para perdonar. Nos vemos cuando la vida nos cruce, y entonces, prometo amarte como cuando la Luna acuna tu espalda y me regala esos ojos verdes cada mañana.
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