lunes, abril 3

Piezas

¿Sabéis ese momento en el que juegas con un niño a hacer un puzzle y tratan de encajar dos piezas que claramente no pueden ir unidas? Y por más que lo intentan y persisten mediante la fuerza en unir esas dos piezas, siempre hay huecos e imperfecciones, y se nota la tensión entre ambas, la incomodidad, se nota, perfectamente, que no es su lugar.

Eso pasa también con las personas, por más que intentas unirlas y hacerlas encajar, no pueden hacerlo, porque siempre quedan huecos que no se cubren por muchos abrazos que se den. Hay gente con la que no se puede encajar, y ni ellos van a darte lo que buscas, ni tu vas a ofrecerles lo que quieren de una amistad.
Supongo que también hay que saber darse cuenta de que uno no encaja, de que alguien no puede tener contigo esa relación que buscas, porque simplemente sois piezas que no pueden unirse ni por la fuerza. 

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