lunes, enero 26

No quiero olvidarle.


La vida esta siendo dura, difícil y cruel conmigo. No quiero recordarle, pero no puedo evitarlo, mis sueños vagan libremente por mi memoria y hacen que recuerde cada uno de los pedazos de su piel, de los lunares espolvoreados por su espalda y las caricias de invierno sobre mi mejilla sonrosada en ese robusto banco nuestro. 
No puedo evitar verle en cada poema, en cada canción que hablar de amor, en cada fotografía en blanco y negro y cada suspiro en una película romántica. 
Debo decir, que me da la vida hablarle y me parece injusto querer romper cada plato de mi casa cuando me pongo celosa por algo que ya ni existe. 

Tengo miedo, sabéis, tengo miedo a olvidarle y que todo ese sentimiento (que ha sido lo mejor que jamás haya podido pasarme) se esfume como el vaho que de mi boca en una mañana de invierno. Tengo miedo de no recordar cada uno de los suspiros, de los abrazos y de ese enorme fuego interno de los que los poetas clásicos siempre hablan. Y para una enamorada del amor como yo, jamás quiero que ese ardor de mi corazón acabe. 
Pero tampoco quiero que todo esto vuelva a sentirlo con otra persona, porque no quiero olvidarle, jamás, nunca, en la vida. 


domingo, enero 25

''Te quiero, como nunca he sabido querer a nadie.''





''Aunque tú no lo sepas, 
miro todas tus fotos antes de irme a dormir,
me da por imaginar 50 posibilidades distintas de comerte la vida 
y fantaseo con la idea de que me quieras sin que yo te lo pida. 

Puede que no lo sepas pero nunca 

he sido capaz de abrirme el pecho ante alguien 
y dejarme querer, 
sin sentirme culpable. 

Siempre había besado con los ojos abiertos, 

pensaba que entre error y error encontraría el acierto 
que me dejaría ser huracán, 
sin tener que destrozar por donde pasara. 

He tenido siempre esta enfermedad 

que me convierte en auto-destructiva de todo lo que quiero. 
Hiero, pensando que en la herida está la cura, 
porque aún no he aprendido que la saliva a veces enferma, cura. 

No sé, ahora suenan los Stones, 

bailo sin importarme la hora, 
le cuelgo el teléfono al miedo para que deje un poco tranquila 
y le mato mano a la vida.

No quiero valer la pena, 

quiero valer todas las sonrisas que te marcas 
cuando digo alguna gilipollez, 
que te rujan las venas 
y te pidan tregua cuando 
entra en juego mi parte animal a mitad de la partida. 

Quiero incontables viajes de ida, 

aprenderme de memoria tus movidas con la ley 
y que mi boca 
sea la norma que más te guste romper. 

Dejemos la última ronda sin pagar 

y que se rompan los azulejos 
de los baños de cualquier bar, 
para hacernos pedazos. 

Me he enamorado de los retazo de dolor, 

que dejas cuando todo te acorrala 
y de tus paranoias que aparecen en la décima copa. 
Y tus dudas y tus inseguridades,
de todas las ciudades 
a las que tenemos previsto viajar. 

Me he enamorado del monstruo de tu armario 

y tu espíritu de corsario
y tu alma de pirata perdido en alta mar. 
Aquel tatuaje de un timón que nunca te harás 
o de la manera en la que te anclas a mis caderas. 

Así que háblame de tus miedos, 

de tus monstruos y tus gigantes, 
háblame de como te perdías antes de perderte en mi boca, 
antes de volverme loca a base de sonrisas, 
antes de enseñarme a soltarme de las cornisas 
y disfrutar del vuelo.

Háblame, abrázame, agárrate 

a lo poco que queda de mí después de tanto incendio. 
Entérate ya de que ahí fuera 
no hay nada, ni nadie que me asuste, 
lo único que me da realmente miedo es que un día te marches. 

Pero aquí dentro ya has plantado bandera, 

has izado tu vela 
en medio de la tormenta 
y lo has conquistado todo.

Te quiero, como no he sabido querer a nadie.''





Mis más sinceras disculpas si alguna parte del poema es
errónea o está mal dividida, he intentado hacerlo mientras
escuchaba el audio, y es una ardua tarea. 

sábado, enero 24

Ay pequeña

Ay pequeña, esperabas que el tiempo curase tus heridas,
creías que podías retroceder en el tiempo y
soñabas cada una de sus caricias.

Ay pequeña, yo sé que le sigues esperando,
que cada día le sigues pensado,
y que deseas algún día (aunque prefieres que cercano)
todo vuelva a ocurrir.

Ay pequeña, olvida su regazo,
olvida su amor, sus besos, sus abrazos,
y deja de lamentar su distancia,
de culparte a cada paso,
deja de llorar con las historias románticas
y de soñar con ese hombre al que has amado.

Ay pequeña, sólo espera
a que vuelva a caer el rayo
y ama tanto como a ti te ha amado
ese chico enamorado.

No te preocupes preciosa, tu agujero se cerrará algún día,
pero recuérdale por favor,
nadie te amará más en la vida.



miércoles, enero 14

10 Cosas que todos deberíamos hacer.


1. Deja de contarle todo sobre ti a todos.
2. Deja de compararte con los demás.
3. Deja de preocuparte por lo que pienses de ti.
4. Deja de esperar.
5. Deja de dudar.
6. Deja de auto-compadecerte.
7. Deja de ser tu propio obstáculo.
8. Deja de sentirte obligado.
9. Deja de sentirte culpable.
10. Deja de intentar ser como los demás.

Esta fotografía pertenece al grupo Boamistura, un grupo de jóvenes de arte callejero que no hacen más que crear un mundo mejor. Puede que no lo hayan cambiado al completo, pero desde luego han cambiado muchos corazones por el mundo, incluido el mío.

sábado, enero 10

Princess

Oh amor, te necesito, necesito la sensación de tus labios con los míos y tu roce sobre mi piel. Esto es insano e impensable. A veces lo considero absurdo, y en el fondo, por muy cabezón que seas, se que tú también, que me echas de menos tanto como a yo a tí. Echo de menos tus 'nena' que tan loca me volvían y sí, puede que tu seas el villano y yo en cambio la princesa pero, me da igual, porque Peach, por mucho que Mario lo intente, siempre acaba en manos del villano y yo quiero acabar siempre en tus brazos.