jueves, diciembre 1

Salvavidas Efímero

No os pasa qué hay gente a la que consideráis efímera. Gente que llega a vuestras vidas como un pequeño rayo de lucidez instantánea y después, en periodos de tiempo indeterminados, desaparecen aunque habiendo dejado una huella profunda en vosotros.

De hecho, es gente a la que difícilmente olvidas y tratas de retener con todas tus fuerzas, ya sea intentando hablar con ellos de ven en cuando o buscando coincidir por cualquier motivo. Para mi esa gente vale oro. 
Son como ese llanto que te entra cuando te ríes demasiado y en realidad, se te cae el mundo encima. Esa clase de personas que te cambia la vida pero sabes que no podrás volver a estar con ellos del mismo modo. No podréis volver a tener la misma clase de relación y no podrán volver a ayudarte del modo que hicieron una vez. Son gente que de infunda la felicidad que habías perdido en días -o periodos- de absoluta crisis. Salvavidas en la tormenta que te mantienen a flote para que termines tú mismo por seguir nadando. 

Son, volviendo al llanto, esa calma apaciguadora y liberadora después de haber expulsado todo el mar que te ahogaba dentro. 
Me parece absolutamente esencial tener en la vida encontronazos con esta clase de personas, que fortuitamente, aparecen en los peores momentos de la existencia de cada uno. 
Lo curioso es que, tanto unos como otros, somos personas efímeras para el resto. Puesto que del mismo modo que otros nos han ayudado y han creado ese vínculo mágico y fundamental aunque breve. Nosotros, lo hemos hecho para otros, que nos considerarán, del mismo modo, salvavidas efímeros. 

lunes, noviembre 28

Pantomima

Creo que a veces confío demasiado en el poder del karma. 
¿Y si después de todo no existe? ¿Y si me paso la vida creyendo en algo que no es más que una pantomima creada por mi misma para justificar las cosas malas que me ocurren? ¿Y si estoy perdiendo el tiempo creyendo que al final todo aquello por lo que he luchado y todas aquellas injusticias que tanto he criticado nunca recibirán el destino que merecen? 
¿Qué pasa si estoy aquí, echándole la culpa al karma, para que luego sea una ilusión? 

Qué frustración esta de la existencia.


miércoles, noviembre 9

La elegancia del erizo

Pues resulta que esta temporada, en vez de escribir, leo. Pero es otra forma de expresar inspiración. Estoy leyendo "La elegancia del erizo" de Muriel Barbery, por recomendación de una amiga y aunque lo empece y no acabada de engancharme, ahora que he tenido que abandonarlo unos días me está costando mucho alejarme de la historia. Es otro de esos libros de tren, que me abstraen del viaje y me permiten concentrarme en algo tan bello como los paisajes que se dibujan en la ventana de mi vagón. Es un momento de efímera felicidad que me encanta vivir cada día y que realmente puede destrozármelo si no leo en todo el trayecto.

Así que la elegancia del erizo es otro de esos libros de la vida, libros existenciales y sociales, de esos que se fijan mucho en el comportamiento de las personas y profundizan en sus pensamientos y en temas sumamente importantes para cualquier persona. Temas que hacen pensar.

Como no quiero dejar en el aire todo este profundo pensamiento del libro, quiero que comprobéis por vosotros mismos que realmente es fundamental por las frases que rescato de cada página doblada, manías.

«En el fondo, estamos programados para creer en lo que no existe, porque somos seres vivos que no quieren sufrir. Por ello, empleamos todas nuestras energías en convencernos de que hay cosas que valen la pena y que por ellas, la vida tiene sentido.»

«Yo me refiero a la belleza en el mundo, a lo que puede elevarnos en el movimiento de la vida.»

«Amar no debe ser un medio, sino un fin.»

«A la belleza se le perdona todo, incluso la vulgaridad. La inteligencia ya no se ve como justa compensación de las cosas, sino como un juguete superfluo que realza el valor de la joya.»

«El hombre no ha progresado mucho desde sus inicios: sigue pensando que no está aquí por casualidad y que unos dioses, en su mayoría benévolos, velan por su destino.»

«Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan, y los que no saben enseñar a los que enseñan, se meten en política.»

«Si uno ascendiera en la escala social de manera proporcional a su incompetencia, os puedo asegurar que el mundo no marcharía como marcha, los hombres viven en un mundo donde lo que tiene poder son las palabras y no los actos.»

«No conocemos del mundo más que la idea que nuestra conciencia forma del mismo.»

lunes, octubre 31

Como veo la vida contigo

Lo que más me gusta de ti es la calma que me transmites. Es que siempre he dicho que necesito personas conmigo que sean completamente diferentes a mi, en el sentido de personalidad. Es decir, yo soy una persona muy activa, muy frenética y necesito una persona mucho más calmada, más pasiva que yo a mi lado. Porque es como mi balance, es lo que me hace poner los pies sobre la tierra y recordar que a veces tengo que ir más despacio. Tú eres eso. 
Y no sé, es como que me complementas, me completas. Aunque en realidad me gustan muchas más cosas de ti. 
Me encanta cuando me sacas temas interesantes e intentamos arreglar todos los problemas del mundo con unos mensajes. Me encanta hablar contigo, a todas horas, de verdad que no me canso nunca. Me encanta ir al cine contigo y en cuanto acaba la película ponernos a charlar sobre todo tipo de versiones y puntos de vista que tenemos cada uno. Me encanta como me tratas, como me haces sentir, y sin duda esa es una de las partes más importantes. 
Me encanta que me quieras y que vuelva a sentir esto por alguien. Me encanta ir en el coche contigo y que haya música, es un momento tan mágico. A veces incluso, más que haber quedado contigo, me encanta el momento de vuelta a casa, cuando parece que queremos exprimir los últimos minutos juntos y los últimos rayos de sol, entonces hay un atardecer que atraviesa todas las ventanas del coche mientras vamos por la M-50 y suenan una de esas canciones nuestras de la radio y mientras hablamos de todo y de nada, de la vida, de nosotros, de la gente, de experiencias, hablamos y nos volvemos a contar mil cosas que ya nos hemos dicho antes y repetimos conversaciones y se me escapa la sonrisa. Es tan mágico, como si alguien lo hubiera planeado todo y estuviera filmándonos a escondidas. 

No sé, en general es eso, como me haces sentir, como veo la vida contigo, como me tratas, lo que consigues hacer de mi, es justamente eso. 


martes, agosto 23

Sabelotodo

Cuando de pequeña te preguntan que quieres ser de mayor, siempre hay una profesión pasando por la mente de todo el mundo. Yo con unos 12 o 13 años pensé que de mayor quería saber mucho, quería ser de esas personas que siempre tiene una respuesta para cualquier pregunta, y lo mejor, una buena y absolutamente inesperada respuesta. Total, que me enfrasqué en la idea de que quería saberlo todo, quería comerme la sabiduría del mundo y digerir todo lo posible, y preguntarme mil cosas y buscar, encontrar y saborear todo lo que pudiera aprender. 
Yo de mayor quiero ser de esas personas en las que te quieres convertir cuando solo eres una niña. El principal problema es que me he dado cuenta que eso no puede ocurrir con 18 años, porque necesito toda mi vida para llevarlo a cabo. 

Pero creo que no me está yendo tan mal, he aprendido de filosofía; cuánto odio a Kant y lo mucho que me gustan las locas ideas de Nietzsche. He aprendido que jamás me acordaré de las capitales europeas pero que la mejor forma de aprenderlas es viajando directamente a ellas. También he aprendido, en estos años, que me gustan más los libros clásicos que los modernos, que Gabriel García Márquez es un pedazo de autor y que Javier Marías escribe como yo, pero en chico. He descubierto que soy de las del camino difícil, porque los ejercicios más fáciles de las matemáticas siempre me saldrán mal, pero que lo clavaré en los más difíciles. También me he empezado a interesar por el ultramundo de Internet y por cómo nos vigilan, ahora sé un poco más de marketing, publicidad y cómo nos informamos. Me he interesado por la política, por quién narices va a gobernarnos y he intentado que las palabras vacías de los políticos no me engañen. Ahora sé mucho más de economía, y aunque tenga miedo de ir al banco, es más importante de lo que creemos. He aprendido a que solo me acuerdo de las anécdotas más absurdas de la historia pero no la verdadera historia, y que jamás en la vida recodaré las fechas si no son de cumpleaños de gente a la que aprecio. Por otra parte, me ha atrapado el bilingüismo y hoy en día en mi casa, utilizo el inglés y el español casi simultáneamente, lo que, de hecho, me enriquece notablemente. También me he enamorado del cine, de ese sí que sé, y de forma autodidacta, que parece que hoy en día tiene más validez. 

No sé, creo que para tener menos de veinte años no me ha ido tan mal, y soy capaz de intervenir en la mayoría de las conversaciones que puedan surgirme. ¿Qué nunca podré saberlo todo? Si. ¿Qué seguiré aprendiendo hasta el final de mis días? También. 

sábado, agosto 20

Gafas rosas

Yo qué sé, mira, a veces la vida va bien, sobre ruedas, y te topas con casualidades de esas que parecen hechas aposta por el destino. Para personas como yo, que buscan y rebuscan por Internet, que tienen algún tipo de dislexia leve que hace que al buscar se confundan de palabra y acaben encontrando la propia serendipia, para personas como yo que asignan olores a las imágenes y a los colores, pues esta locura, frenesí y libertad de verano le sienta muy bien siempre que hagan algo que no las deje con el corazón en calma.
Porque no me canso de decir que ya dormiré cuando sea el fin de mis días, que andar despacio me mata la vida y que nada remplaza el chocolate. 
Y mira, yo qué sé, que de repente estoy viendo todo con las gafas rosas y parece que el mundo vuelve a ser bonito. 




miércoles, julio 13

Felicidad


Estás sentado delante de una mesa gigante con una tarta repleta de velas encendidas dispuestas a iluminar la habitación, dispuestas a conceder todos tus deseos. Y justo eso te recuerdan antes de soplar, pide un deseo, dicen. 

Hace tiempo que dejé de pedir cosas absurdas a las velas encendidas mientras cierro los ojos y soplo, hace tiempo que me dejó de importar sacar buenas notas y aprobar todo, encontrar el amor o tener algo material que deseaba con demasiadas ganas. Hace tiempo que lo único que deseo al cerrar los ojos es la felicidad, nunca dejar de ser feliz, nunca dejar de ser yo. 
Da completamente igual cuántas cosas tengas, cuántas cosas te compres o cómo de grande sea tu cartera, todos podemos sentirnos miserables entre monedas de oro. 

Yo pido felicidad porque me sirve de recordatorio anual para cuando la vida se pone patas arriba y pienso que no hay solución para nada, para cuando me siento triste y para cuando ni siquiera tengo ganas de bailar. Yo pido felicidad porque sería horrible tenerlo todo sin tener lo más importante. Pido felicidad porque me da igual qué tener si no tengo lo más básico. 

Así que cuando cierres los ojos no pidas lo que más "necesites" sino lo que más echas en falta cuando la vida se torna gris. 


«Quiero que cierres los ojos y pidas un deseo muy fuerte, quiero que pienses en qué es lo que te va a hacer feliz y ahora que lo tienes en mente, olvídate de soplar, de las estrellas fugaces o de tirar monedas a las fuentes, no pidas deseos, sal ahí y cúmplelos.» 
-inspiración gracias a Albanta San Román

domingo, junio 12

Divergencia

¿Cómo se pasa página cuando aún tienes que reconstruirla? Siempre he dicho que no se me dan bien los cambios, tampoco ser extrovertida o controlar las emociones. Pero finalmente ha llegado el momento en el que solo hay dos direcciones en el camino, izquierda o derecha, que en realidad da igual cual cojas porque ambos te llevarán al destino, claro que de tu intuición depende el ir por el camino más difícil pero que te deje un mejor sabor de boca. En el que caigas, te levantes y aprendas una y otra vez, que te tropieces con gente maravillosa que te abra el alma, la mente y la vida entera. O siempre puedes elegir ese camino fácil, sencillo, feliz y simple, que te ofrecerá una vida elemental, pero con el que jamás aprenderás a valorar la vida como se merece. 

Intuición, todo depende de la intuición, de arriesgar por un camino y esperar que sea el que más te enseñe en el viaje. ¿Pero qué injusto no? Esperar a que tu intuición no falle como si fuera una máquina mágica con final feliz como en las películas. 

Vamos a hacer un trato, vamos a escoger un camino, y si no nos gusta, nos damos la vuelta, vamos campo a través y creamos la opción C. Que da igual, que si quieres caerte, aprender y derribar muros tienes que decidir hacerlo sin esperar que el camino sea fácil, tienes que abrir bien los ojos y a la mínima muestra de una opción sencilla, desconfía y analiza bien las opciones, no vayas a estar dejando escapar ese tercer camino. Porque por mucho que te vaya a llegar lo que te mereces tienes que poner todo tu empeño. 

martes, junio 7

Raíces

No me había dado cuenta de cómo de importantes son nuestras raíces. Da igual de donde vengas, ese lugar te habrá marcado para siempre y por mucho que quieras evitarlo y busques un nuevo hogar en el que volver a sentirte como en casa, no puedes encontrarlo, puede que adores una nueva ciudad, puede que te enamores de ese nuevo hogar que vayas a crear, pero nunca podrás dejar atrás toda esa historia que llevas en los hombros y que has ido construyendo poco a poco, con los años. 

Suele notarse mucho más en las personas que van de la costa al centro del país, o aquellos que salen de una zona rural a una gran ciudad. Pero es para todos igual, a nadie nunca le resulta fácil dejar atrás el lugar donde se hizo adulto. 

Ahora entiendo a esas personas que dicen que echan de menos el mar. Yo siempre me preguntaba: "¿cómo narices se puede echar de menos el mar? Echarás de menos a tu familia, a tu casa y el confort que eso supone, pero ¿al mar?"

Pero sí, ahora lo entiendo todo, el mar es para muchos esa sensación de libertad, esa sensación de gritar cuando te rompes por dentro. Es ese momento en el que el bullicio de la capital llega a abrumarme y quiero estar sola por las calles de mi ciudad, tranquila, sin miedo de que alguien pueda robarme, de evitar a la gente que anda demasiado despacio o de si estoy yendo en la dirección correcta. 



sábado, mayo 28

Levántate mañana




 A veces, tienes uno de esos días donde estás rodeado de gente pero aún así te sientes solo. Todo lo que quieres hacer es irte a casa, al consuelo de tu familia. Pero a veces, incluso tu familia no puede ayudarte porque resulta que ellos también están teniendo uno de esos días. 
  Lo único que puedes hacer en estos días es esperar a que acaben, para poder irte a la cama y esperar a que mañana, cuando te levantes, sea un día mejor. 

-Modern Family capítulo 7x22

domingo, mayo 8

Veleta

¿Y si en vez de volarnos la cabeza nos rompemos las costillas en un abrazo? 

Vuelta de hoja, todo es cambiar de dirección y empezar de nuevo. Escondamos el corazón en un cofre perdido en una isla solitaria y dejemos que la vida haga de las suyas encontrándonos. No hagas caso a esta veleta rota y ve al norte cuando ella diga sur. Olvida todo camino señalado que la aventura es salirse de la carretera y sufrir un par de accidentes, para que las cicatrices te recuerden la aventura.  

Nada en esta vida fue fácil y mucho menos con un corazón perdido en la arena. Es cuestión de perderse, perderlo y encontrarlo, encontrarte. Busca el cofre, guíate por las estrellas, lucha contra viento y marea; y hallemos la forma de rompernos el esqueleto en un abrazo para que el corazón se nos clave bien dentro.


viernes, abril 22

Locura

Locura de caderas, de cuerpo y de alma.
Locura en el pecho y en el tiempo, que tan pronto llueve como sale el sol, ¡ay maldita primavera! 
Locura por sacar los pasos a bailar y mantener la euforia como mayor propósito en la vida.

Locura, la cura, sin curar. 





martes, abril 19

Mamá, siempre te escribo

Mamá, vengo a decirte lo que nunca te digo, vengo a decirte que nunca hemos tenido una relación madre-hija de esas que se cuentan todo y saben hasta el último detalle la una de la otra, que es triste y que lo más probable es que me arrepienta en un futuro. Por eso quiero pedir perdón, por no abrir el corazón contigo como lo hago con otras personas, por no decirte todo lo que me gusta, me disgusta, lo que me come la cabeza, lo que me da miedo o lo que me vuelve loca. 

Mamá, siempre te escribo. Todas las cartas de mis problemas vas dirigidas a ti cuando no sé como afrontar los baches y no sé por qué narices nunca te pido verdaderamente tu opinión. Puede que la solución sea fácil y tu tengas la clave. Vengo a desgastar las palabras "lo siento" porque no soporto la idea de que esa espina siga clavándose en las dos. La vida es muy complicada, el mundo no siempre se pone a nuestro favor y yo me pongo el chaleco antibalas con mi familia. Menuda idiota. 

Y esto se quedará en palabras, aquí colgado sin que lo veas porque no me atreveré nunca a compartirlo contigo, pero quiero que sepas que sé cuanto me quieres y que yo también a ti. Que ojalá un día deje de ser tan tonta y termine por madurar, y ojalá puedas enseñarme a afrontar la vida aunque tú tampoco tengas ni puñetera idea. Mamá, tequiero, aunque no lo demuestre. 


jueves, marzo 31

Una chica de las que...

Podría ser de esas que le dicen que si a todo porque les da miedo que las rechaces. Pero resulta que es el mismo huracán con piernas. De las que no se dejan cambiar si no ve una verdadera razón, de las que tiene buenas respuestas que a veces no son fáciles de contradecir. 

De las que piensa, mucho, a menudo, aunque siempre diga que todo lo hace sin pensar. De las que lleva "contradicción" escrito en la frente porque no puede controlar todo como le gustaría. De las que se enamora de corazones y no de sonrisas, y que explota cuando todo le supera. Arrasando, como buen huracán.

De las que piensa una y otra vez incansablemente en el porqué de la vida y trata de encontrar el secreto de la felicidad, aunque lleve un par de años descubriéndolo. Es una de esas chicas de decisiones firmes en los aspectos más importantes de la vida, que si arriesga es porque no quiere perderse nada y que si la llegas dentro te guardará profundamente en su corazón. 

De las que les encanta hablar de todo y de nada, y nunca puede estar callada cuando coge confianza. Es de las que a veces no la importa mojarse con la lluvia si son solo unas gotas porque se siente libre en medio del desastre. De las que le gusta la soledad que la ayuda aclarar las dudas y tormentos. Anda deprisa porque sino el corazón no le palpita con fuerza y no se siente lo suficientemente viva. 
A veces le da por perder la vergüenza y recuerda que las mejillas rojas solo valen si es por culpa de unas copas, porque con la vergüenza, ni se come ni se almuerza, como dice su padre. 

Yo solo espero que haga algo verdaderamente grande en la vida y que deje huella en muchas personas porque es una auténtica explosión de imaginación y creatividad. Porque la forma que tiene para pensar sobre ciertos temas es inigualable, ¡ay cómo la oigas hablar del amor! Nunca he conocido a nadie más segura del amor en mi vida, como si supiera la fórmula de Cupido para ir lanzando flechas. 

A veces no sabe lo que vale y se pone frente al espejo para sacarse defectos, pero nunca dudaré de que se trata de una de esas chicas que ya no quedan y de las que te remueven, quieras o no. 


domingo, marzo 27

Wild


"No se sabe qué es lo que hace que pase una cosa y no otra. Qué lleva  a que, qué destruye que o qué hace que prospere o muera o tome otro rumbo. 
¿Y si me perdono a mi misma? ¿Y si me arrepintiera? Pero si pudiera volver atrás en el tiempo no haría nada de forma distinta. ¿Y si quise acostarme con todos y cada uno de esos hombres? ¿y si la heroína me enseñó algo? ¿Y si todas esas cosas que hice fueron las que me trajeron aquí? ¿Y si nunca fui redimida? ¿Y si ya lo estaba antes?"

···

"Me bastaba con saver que ya no necesitaba tender mis manos, que con ver los peces desde la superficie era suficiente. Que eso lo era todo. Era mi vida, como todas las vidas. Misteriosa, irrevocable y sagrada. Tan cercana, tan presente, tan sumamente mía. Qué salvaje era dejar que todo fluyera." 

-Cheryl Strayed, Alma Salvaje. 

domingo, marzo 20

Atardecer

Los atardeceres están para recordarnos que detrás de toda esa montaña de mierda las cosas pueden ser bonitas, en las ciudades los atardeceres son más bonitos por culpa o por suerte de la polución. 

Qué ironía más tonta, que algo tan perjudicial para el planeta se convierta en la combinación de colores más hermosa que nunca hemos visto. Que hace que nos embobemos con el sol poniéndose y que nos alegremos de que todo se tiña de naranjas, rosas y rojos. 

Lo mismo ocurre en la vida, a pesar de todas las cicatrices y heridas que llevemos encima, debemos tratar de convertirlas en bonitas explosiones de color que nos hagan sonreír. Tratar de no hundirse en el pozo más profundo debe ser el primer objetivo para ser feliz, sin olvidarnos de sonreír más y preocuparnos menos. Porque a veces las cosas ocurren por qué si, sin ninguna explicación, pero eso no significa que no podamos ver la belleza en cada pequeño rincón. Si el planeta es capaz de encontrar la belleza en aquello que lo mata, no deberíamos ser menos. 
Ese es sin duda el secreto de la felicidad. 


miércoles, marzo 2

Mapa del tesoro

  A veces me siento con la necesidad de salvar vidas, almas. De ser chaleco antibalas de cualquier corazón perdido. Llevo empatía escrito en el pecho con tinta invisible que solo algunos alcanzan a ver, solo aquellos que se paran fijamente a mirarme y conocerme, a saber que me preocupa y no me deja dormir. 
  Puede que ofrezca mi mano a cualquiera, que me fíe de las sirenas cuando solo cantan para ahogar en el fondo del mar a los marineros, pero no me arrepiento de que entre tanto loco aprovechado alguien haya que se de cuenta del tesoro escondido. No todos los mapas están cifrados, ni todos los caminos llevan a Roma, y aunque sea indescifrable, complicada y todo el que intenta comprenderme tenga tendencia a perderse, los que ven esa tinta invisible son los que valen la pena. 

Solo por esos benditos salvavidas; yo arriesgo la vida. 


sábado, febrero 27

Huracán

Mamá, yo de mayor quiero ser huracán. 
  Quiero arrasar con todos los problemas y dejar un vacío indestructible al paso, para poder empezar de nuevo cuando me tropiece demasiadas veces con la misma piedra. Quiero darle todas las vueltas posibles a mi caos para que entre tanto vuelo acabe por perderse en el cielo y así pueda guiarse por un nuevo camino. 
  Quiero que me explote el corazón en mil pedazos con la intención de que todo el amor salga fuera porque no sé mantenerlo más tiempo encerrado dentro. Los huracanes tienen nombre de mujer porque todos tenemos una musa que nos destroza el alma si la tocamos, que nos pierde por la corriente y nos enseña que lo más maravilloso de la vida, es cuando el corazón se te encoge. 
  Así que sí, me graduaré en un curso de huracanes para convertirme en fatalidad ante las catástrofes. Para que si me tocan se destruyan; para que si sufro, explote, y no mantenga las emociones demasiado dentro.  Para que la vida siga su curso aunque tenga que recomponerme después de tantas sacudidas. 
  Dicen que las catástrofes naturales sacan el lado más humano de las personas, donde dejan de preocuparse por lo material y ayudan incondicionalmente. Mamá, yo quiero ser el huracán que saque lo mejor de cada uno. 



lunes, febrero 8

R(evol)ución

  Basta ya de no creer en el amor, de tener miedo a darlo todo después de cada caída. Para de pensar que nadie podrá llegar a comprender todo eso que das por otros, no te preocupes por no ser correspondido del mismo modo que esperabas. El amor es dejarse romper en pedazos para recomponerse con la saliva de otros labios. El amor es prendarse de unos ojos, querer bañarse en cada pliego de piel y prender toda la gasolina de las cerillas que encienden tu corazón. ¿Y qué si morimos en el intento? 
  ¿Acaso no es más bonito morir de amor que de odio? Puede que no crea en las cosas más usuales de la vida, pero daría mis pestañas por cumplir todos los deseos que se llamen amor. Creer en el amor es creer en la misma magia, ¿o es que no resulta maravillosamente mágico que una persona erice cada centímetro de tu piel con solo mirarte y que esté dispuesta a recorrer todo kilómetro en el mundo por ti? 
  No pensar en el amor como la máxima aspiración es para mi un terrible error en la sociedad. En ese extremo del abismo estamos a un paso del cambio, porque aunque saltes al vacío siempre habrá algo esperando abajo, puede que te rompas las costillas contra el asfalto, o puede, y me atrevo a apostar por esta opción, que la revolución de aquellos que creen en el amor está por llegar. El siglo XXI necesita una revolución de valores. 
  El amor puede estropearse, puede romperse, puede no ser correspondido, puede morir, o ni siquiera ser verdadero, pero siempre, siempre, siempre, uno es más feliz con un corazón palpitante. Por esa persona que realmente nos remueve el mundo y nos llena de nostalgia si se va. No, renunciar al amor no es una opción. 


martes, enero 26

¿De verdad no nos damos cuenta de que cuánto más sonreímos más felices somos?

  ¿Pero cómo no voy a creer en el destino si cada vez que pienso que algo no debería haber pasado, la vida me sorprende de golpe, con un bofetón para que me de cuenta? Intento que mi regla general y primordial sea no arrepentirme de nada en ningún momento, pero es inevitable si me quiero llamar persona. Nos arrepentimos de los que se van, de los que vienen, de lo que dejamos de hacer o lo que hacemos con demasiado esfuerzo, nos arrepentimos de dejarnos la piel para obtener resultados espantosos y de callar, callar porque es más fácil que soltar todo lo que nos preocupa, lo que nos provoca, por el qué dirán y las bocas sucias llenas de odio. 
Nos arrepentimos porque somos humanos a los que nos da miedo que todo aquello que queremos y deseamos con tanta fuerza se vaya al traste en un segundo. 
  Intento no creer en el destino porque entonces se convierte en una especie de fuerza superior que me domina, y no me gusta que me obliguen a hacer las cosas. Tengo cierto recelo de creer en algún tipo de dios y me niego en rotundo ante algunas religiones, pero resulta que no puedo dejar de creer en el destino por más que me empeño en hacerlo. 
Puede que James Dean estuviera en un tranvía llamado Deseo, pero yo, que ahora paso la vida entre vagones, he descubierto que el tren representa el destino. Cada vez que algo me sorprende mientras estoy uno la vida me muestra una pequeña pizca de como funciona. 
  A veces pierdo un tren y me encuentro con una persona que me alegra el trayecto, a veces deseo haber subido en otro y alguien del vagón me sorprende. A veces escojo un tren que me descubre música nueva, historias nuevas, momentos sobre los que reflexionar, gente a la que admirar, personas a las que sonreír o a las que dar un par de monedas porque seamos generosos con los que no pueden sobrevivir a esta locura de mundo.
Cada tren que cojo me descubre que si estoy ahí, en ese momento, es porque debo estarlo. Hoy estaba en un tren donde un hombre se ha puesto a cantar, a rapear de hecho, no he hecho ni caso a lo que decía la letra porque andaba absorta en mis pensamientos; qué narices hay que tener para plantarse en medio de tanta gente y alegrar el día a algunos, ya no es solo pedir por tu situación, es trabajarte un espectáculo instantáneo para el trayecto de parada a parada. Un momento que valga la pena para alguien y te corresponda con unas monedas. Qué narices. Al terminar la canción, después de pasar su sombrero, ha dicho una frase, una estúpida frase realmente cierta que nadie se recuerda cada mañana: "No esperemos a ser felices para sonreír, sonriamos para ser felices."
¿De verdad tiene que venir alguien a decírnoslo?  ¿De verdad no nos damos cuenta de que cuánto más sonreímos más felices somos? 

No quiero creer en el destino, pero es imposible no hacerlo. 





martes, enero 12

Redes traicioneras

    Resulta que mi inspiración es la noche, la presión y los días en los que uno se siente con ganas de huir. Tengo miedo a la oscuridad y noto como mi piel se pone de gallina porque hace un frío terrible en mi habitación. No es relevante. Pero detrás de todo eso no estoy más que pensando una vez más en la vida. Algo no funciona bien, hay algo que nos estamos dejando atrás con ese frenesí por vivir el momento, el día y la vida. Somos una generación de egoístas egocéntricos que no saben mirar atrás y tienen miedo de pensar en los años futuros. Yo, primera culpable, al menos en eso de mirar hacia delante. 
    El problema de todo nuestro inconformismo, de esa melancolía y tristeza que nos azota por las noches, cuando nos paramos a pensar de verdad, son las redes sociales. Hemos llegado a un punto en el que no hay escapatoria, en el que no puedes pararte a pensar porque sino la vida te deja atrás, es una enfermedad socialmente aceptada. Aunque quieras huir siempre tendrás la "necesidad" de documentarlo, de publicarlo, ese terrible "yo estoy aquí y tu no" que lleva cada nueva red social escrito en letra pequeña. ¿Qué ha pasado? ¿Qué necesidad hay de mostrar absolutamente todo? ¿Por que nos sentimos con la necesidad de explicar hasta el más absurdo momento de nuestra vida para evitar estar solos, con nosotros mismos? ¿Por qué narices nos importa tanto que una noche no estemos hablando con nadie? ¿Qué problema hay con estar solos? 
     Nuestros padres se separaban cuando llegaban a casa y no sabían nada de la otra persona hasta el día siguiente y a veces ni en años. Y no pasaba nada. Nadie moría, nadie se sentía solo, nadie quería llorar por "no tener amigos" que le hablasen todos los días a todas las malditas horas. 
    Me siento hipócrita de sentir estas cosas y de tener que vivir estas cosas, de no ser capaz de obviarlo o que deje de importarme, de vivir en esta generación. Me siento hipócrita de criticar algo que yo misma no soy capaz de controlar porque repito, es una locura aceptada por todos. 
     La solución es fácil, sé que solo basta con cerrar cada cuenta, dejar de obsesionarse y vivir un poco más alejada, más en la soledad. Pero es difícil, mucho, no sé si por la necesidad intrínseca de las personas a contar sus experiencias o porque realmente, estas infernales redes me han atrapado. 


sábado, enero 9

Búscalo

  Hace tiempo que me di cuenta de que la única que pone trabas a su vida, soy yo. Ni el universo está en mi contra, ni soy una chica gafada. La única culpable de no perseguir sus sueños, soy yo. 

  ¿Que por qué? Es sencillo, el miedo siempre será el culpable de todos los ojos cerrados por si el monstruo del armario quiere hacerme cosquillas a medianoche. 
Así que ya basta, no importa cuánto hay que luchar, cuánto haya a lo que renunciar o lo difícil que pueda resultar encontrar la salida. Siempre, siempre, siempre seguiré hacia adelante. Y el día menos pensado, todo lo que deseo estará al otro lado de la puerta a la que yo misma he llamado. Porque si no lo buscas, no lo encuentras. 


sábado, enero 2

Abismo

  La sensación más intensa del mundo es el abismo en el corazón. Esa risa tonta y estridente que te alcanza la garganta y el momento en el que te das cuenta de lo feliz que eres riendo por algo o a causa de alguien. Entonces te llega el vacío, el abismo en el pecho. Te das cuenta en ese mismo instante del mayor miedo del hombre; que esa persona se te escape de las manos y morir sin haber vivido lo suficiente a su lado. 
  Ese abismo es la sensación agridulce más natural, vivaz e intensa del mundo.