sábado, septiembre 30

Estás viviendo



Hay tantas razones en el mundo por las que ser feliz como estrellas caben en el cielo. Hay días en los que todo se te cae encima y nada parece tener sentido, pero siempre hay una razón por la que seguir siendo feliz. Es muy sencillo, escucha: estás viviendo. 

Tienes delante de ti una infinidad de razones por las que sonreír; como ese rayo de luz que se cuela en tu ventana al llegar el otoño y deja el suelo calentito, como despertarte sin hora (aunque pronto) en un sábado bajo el edredón y sabiendo que tienes todo el día para dedicártelo a ti. Como ese mensaje inesperado de alguien con quien llevas siglos sin hablar, como las palabras exactas en el momento justo, como darte cuenta de las personas maravillosas que has tenido la suerte de encontrar o la confianza de alguien que no esperabas que te tuviera tanto aprecio, como ese beso-sonrisa-beso que te hace ver cuanto quieres a alguien o como tu comida favorita nada más llegar hambriento a casa. 

Apreciar los pequeños y bonitos detalles que nos ofrece la vida casi sin querer y que suelen pasar desapercibidos, son los que marcan la diferencia en tu día. Suelen ser los que se quedan en tu memoria para siempre, pero, Richard Curtis, el director de About Time, se explicó mejor que yo en el final de la película. 


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